Caso Nino Mori


…cuando no hay que reinventar el agua caliente

Sin duda alguna hay más de una solución para resolver un problema de comunicación, el saber cuál escoger depende del cliente, pero es obligación del experto el asesorarle.

Marco situacional


En esta ocasión nuestro cliente fue la marca de ropa Nino Mori, que en Honduras distribuye únicamente su línea masculina (pantalones, camisas, camisetas, fajas, billeteras, corbatas…). El problema estaba claro y definido: comunicar la nueva colección de verano.



Antes mencionábamos de que hay más de una forma de solucionar las cosas, Nino Mori venía de una campaña en la que utilizaban a un vocero de marca, de reconocido prestigio a nivel nacional, una campaña llamó la atención gracias a la popularidad del personaje, pero en esta ocasión no querían utilizar a un modelo, que ayudaba al posicionamiento pero que no motivaba a la compra inmediata..

Diagnóstico

Como es costumbre, nos dimos en la labor de investigar a profundidad… así que “nos fuimos de de tiendas”

Nuestro equipo creativo se dio en la tarea de investigar hábitos de conducta. Visitaron las tiendas Nino Mori y como buenos investigadores observaron quienes compraban, para qué ocasión esperaban estrenar lo adquirido, qué preguntas le hacían a las encargadas de tienda y un sin número de aspectos más. Igualmente evaluamos la comunicación de marcas internacionales de la misma gama de Nino Mori.

El estudio de campo reveló muchos datos de utilidad: Las camisas Nino Mori cumplen con el equilibrio perfecto entre calidad y precio. Son perfectas para el día a día ya sea en trabajos ejecutivos o para usar en una actividad menos formal. Su gran variedad les permite utilizar la marca en cualquier ocasión. Los clientes además valoraban la calidad del tejido y los finos acabados… sin duda el mensaje tenía que comunicarlo.

Solución

Así nació “día a día con Nino Mori” con tres piezas de campaña, enfocadas en los tres estilos de vestir: Ejecutivo, Casual y Deportivo. Las piezas gráficas poseían una muestra del estampado y color de las camisas de cada estilo, comunicando así su gran variedad.


El resultado: los clientes llegaban con periódico en mano preguntando por un estilo y color particular para adquirirlo YA. La solución fue tan lógica que nos abrumó: Si el cliente espera ver camisas… hay que darle camisas.
Huir de mensajes complejos para transmitir algo simple y sencillo.

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