Caso Paraíso


¿Cómo hacer que una marca produzca la emoción deseada?

Marco situacional
Una marca es la suma de detalles tangibles e intangibles que le dan valor al producto.

Los productos alimenticios siempre son proyectos agradables de llevar, la investigación de campo nos obliga a testearlos, y en esta ocasión no fue la excepción.

El producto en cuestión eran unos dulces, elaborados a mano por microempresarios de la zona de Danlí, el Paraíso. El grupo consultor que los asesoraba nos buscó para desarrollar la parte de imagen.



Diagnóstico
Encontrando la fibra emotiva

Después de endulzarnos más de lo cotidiano, nos dimos a la tarea de seguir el proceso de investigación que genera la idea. La primera tarea era tener claro para quién iba el producto. Se definió a los hondureños fuera del país como el target primario; mercadearlo como producto nostálgico nos permitía apelar a las emociones.


Solución

Al ser un producto piloto tuvimos participación en todo el desarrollo del mismo. Primero recomendamos el nombre comercial. Decidimos aprovechar la zona geográfica como ventaja, dado la peculiaridad de su nombre, así nació “Dulces Paraíso”.

La segunda tarea, fue la construcción del eslogan, que sería el eje de la comunicación posterior; seguimos desarrollando el briefing y nos centramos en el análisis psico-demográfico del público objetivo: Hondureño fuera del país, así nació “un dulce pedazo de mi tierra”.
El juego de palabras siempre es un éxito cuando se sabe aplicar bien.

Hay muchas características en la identidad del hondureño, una de ellas es el orgullo por ser la cuna de la civilización maya; quienes poseían un estilo de numeración muy característica, compuesta por barras y puntos… barras y puntos que podrían ser: una bandeja con dulces, razón del isotipo.

Desempolvamos los libros de historia, recordamos viejas clases de Estudios Sociales y nuevamente, logramos la satisfacción del cliente.

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